Estos novios burgaleses, celebraron su enlace en la Iglesia de San Pedro de la Fuente el día 8 de junio del 2013, un día que amaneció encapotado y lluvioso, aunque eso no entorpeció el enlace, ya que como dice el refrán “novia mojada, novia afortunada”.
Rodri y Bea, como todos les llaman, estuvieron rodeados de todos sus familiares y amigos de varias partes del país, convirtiendo esta boda en pura diversión.
Gracias a los fotógrafos de Blanco y Negro, que fueron los encargados de su reportaje de boda y post-boda, podemos mostraros estas instantáneas del su día.
Ella lucía un vestido estilo “vintage” largo de varias capas, pudiendo retirarse alguna de ellas para dejar a la novia con un look más jovial, con tirantes anchos que se unían en la espalda formando una T, semitransparentes. El ramo rompía con toda tradición, formado por una bola de claveles y rosas.
Tras la celebración, se acudió al restaurante La Galería, situado a las afueras de Burgos, donde esperaban el convite y diversas sorpresas para los invitados, y novios. Debido a que la lluvia no facilitó muchas fotos, en el salón de cocktail se aprovechó para realizar todas las instantáneas de grupo con la pareja.
También se encontraba el sitting, realizado por 2brain.es siguiendo el diseño de las invitaciones que hicieron, puesto con una peana y un mapa del lugar, donde las mesas estaban referenciadas por muñecos para descubrir dónde se sentarían los invitados. Al acudir al salón, los niños entraron los primeros, corriendo a coger todos los juguetes para disfrutar de ellos, lo que llevó a una situación muy divertida descubriendo realmente, qué mesa era para cada grupo de invitados. Esto se descubrió gracias a una de las sorpresas que tenían reservados los novios para los asistentes; en cada plato, se encontraba una foto del invitado de cuando era pequeño, o de instantes graciosos del conjunto de la mesa, lo que llevó a un momento entretenido y entrañable recordando viejos tiempos.
Tras una copiosa y excelente comida, los novios procedieron a entregar el ramo de la novia a los siguientes afortunados, así como a los regalos para todos los invitados. La solidaridad afloró en este instante, ya que el detalle de la boda para cada asistente consistía en la donación de un dinero a Intermón Oxfam, logrando escuelas, animales y medicinas para los más desfavorecidos.
En un momento de tranquilidad, se procedió a la entrega de un baúl a los dos recién casados, los cuales desconocían la procedencia y el interior. En dicho baúl se encontraban regalos de familiares y amigos que les recordasen momentos del pasado, o que les sirviesen para un futuro, como recetario un casero, cómics y juguetes, tazas personalizadas y muñecos caracterizados, etc.
Después de muchas emociones, se procedió al baile nupcial, para luego continuar con la fiesta hasta altas horas de la mañana, disfrutando de una manera relajada de los novios, del ambiente, y sobretodo, llevando a casa un recuerdo inolvidable tanto para la pareja, como para todos los asistentes.
Unos días más tarde, la pareja acudió con los fotógrafos a la playa para realizar el reportaje de la pareja en un día soleado y precioso para poder lucir lo mejor de su vestimenta. ¡Viva los novios!
